
Conoce Lamaelume
Patricia Maggiora
Arquitecta ceramista
La arquitectura siempre fue mi vocación. Finalizados mis estudios en la UBA (Buenos Aires), me inicié en el mundo del dibujo y del arte para continuar con la cerámica, mi verdadera pasión. El contacto con este material me hizo conocer las posibilidades creativas del mismo.
De Madre a Hija
Desde principios de año se ha incorporado al proyecto mi hija Camila, diseñadora industrial.
Si bien desde pequeña ha estado metida en este mundo de la artesanía, sus estudios y profesión la han llevado por caminos muy diferentes: el diseño digital.
En esta nueva etapa para Camila hemos comenzado una transmisión de conocimiento de madre a hija con el objetivo de enriquecernos mutuamente y obtener diferentes puntos de vista, pero sobretodo, disfrutar de este tiempo en común.
Lamaelume
El nombre surge de la conexión entre dos términos gallegos: lama (barro) y lume (fuego). Esta unión de elementos básicos conecta de nuevo con mi origen, con la creatividad, con el mirar hacia mi interior.
El proyecto nace de esa honestidad y sinceridad más personal, de la conexión con la cerámica, con los esmaltes artesanales y con la naturaleza que me rodea. Volver a lo que en realidad te hace feliz es la única respuesta en esta vida. Retomar antiguas pasiones y proyectar mi mente hacia adelante con nuevas ideas y formas vinculadas a un universo sensible ha sido algo esencial en mi vida. En este momento estoy centrada en el mar, lugar en el que ahora habito y que me transmite una diversidad de formas llenas de originalidad.
Mi experiencia
Mientras trabajaba como arquitecta, tuve la posibilidad de estudiar la carrera de ceramista, aunque mi gran descubrimiento fue la alfarería en la que me especialicé con el gran maestro y profesor Néstor Hiller tras varios cursos de perfeccionamiento. Compaginé durante años ambas profesiones y participé en numerosos concursos. Realicé también obra particular en decoración de proyectos de arquitectura. En el campo profesional abarqué la fabricación artesanal y me dediqué a la labor docente. En este último ámbito impartí formación de talleres específicos en distintos niveles educativos. He de mencionar también la participación en salones y concursos de diferente índole con obras singulares, así como la producción de objetos seriados de carácter artesanal y la investigación de esmaltes. Años después me trasladé a vivir a Galicia. La cultura y tradición artesanal de esta tierra me asombraron. Después de realizar un seminario en la fábrica de Sargadelos de O Castro, decidí dedicarme a la cerámica. Fundé, junto a una compañera pintora, un taller en el que experimentamos sobre distintas esculturas de pequeño formato e impartimos talleres de formación. En los últimos años me he centrado en la alfarería. Esta disciplina la alterno con el yoga, mi otra pasión. Creo que las dos están muy relacionadas en esa búsqueda tanto de la materia como de uno mismo.


Nuestra técnica
Desde mis primeros comienzos, hace ya 35 años, he trabajado con pastas de baja temperatura, arcilla blanca y roja. En Argentina también realicé cursos de gres. En los trabajos de escultura utilizaba arcillas refractarias, pero únicamente para la elaboración de formatos de mayor envergadura.
Actualmente he decidido dedicarme al gres y a pastas refractarias de alta temperatura (1240º). Ello me ha llevado a meses de investigación, sobre todo en el campo de los esmaltes cerámicos, ya que mi apuesta siempre ha sido el uso de esmaltes artesanales y no industriales.
Vivir en un sitio tan cercano al mar ha hecho que mi paleta de colores esté vinculada inexorablemente a él. Siempre he trabajado con óxidos como sustancias que otorgan color, no me han interesado los pigmentos. Considero que los primeros tienen ese contenido sorpresa al salir del horneado, que no encuentro en los segundos.Muchas veces esta búsqueda ha resultado laboriosa, ya sea por los avatares que tiene la química, como las curvas de temperatura o las proporciones de los componentes. Finalmente, han dado lugar a estos esmaltes tan cromáticos con los que expreso mis sensaciones.En su mayor parte trabajo en el torno alfarero que, para mí, es mi mayor satisfacción. No hago grandes piezas, pero sí trabajo mucho la forma, la proporción. La geometría se ha convertido en una herramienta fundamental en el ejercicio de ambas profesiones. También realizo algunas piezas con placas cerámicas.En estos momentos estoy investigando con piezas más orgánicas, siempre vinculadas al mundo marino. Y, aunque tengo conocimientos sobre la fabricación de moldes, actualmente no me interesa su utilización. Trato de mantener ciertas estructuras y formas geométricas según el color de gres utilizado pero, tanto tamaños como variaciones cromáticas de los esmaltes, son aleatorios.Todas mis colecciones son totalmente artesanales.